Construido en 1916 como residencia familiar por el arquitecto José Luis de Oriol, el Palacio fue edificado en el centro de una extensa finca siguiendo el estilo vigente en aquel momento. Tras un reciente proceso de restauración y renovación, San Joseren ofrece ahora la oportunidad de disfrutar de un edificio emblemático e inigualable, en el que tradición y modernidad se ponen al servicio de las empresas y las personas, adaptándose a sus necesidades.
San Joseren está preparado para atender cualquier tipo de evento, tanto familiar como empresarial, en un marco único, con la garantía de un servicio de restauración de la máxima calidad, en un ambiente de privacidad y con una atención personalizada.